en esa gran ciudad, entre la marea de la gente, ahi estarás.
Siempre me pregunto cómo haré para encontrarte,
Y la respuesta es que tengo que encontrarme a mi mismo primero.
Y luego de las tristezas que son tormentas,
Viene la calma, un dulce reencuentro con la alegría.
Y en el bullicio de las calles y las avenidas,
Escucho tu voz y tu sonrisa traviesa, y eso me trae paz.
Podría renunciar a mi estilo de vida,
Pero nunca a alcanzar los sueños y la libertad.
Aquí está mi vida, aquí está mi afán de cada día.
Con sus lunas y sus soles, con sus inviernos y sus primaveras.
Todavía no escribo el mejor poema para regalarte,
Pero insisto hasta el cansancio, tarde o temprano llegará...
Nunca perderé la esperanza de encontrarme contigo..."bonita frase" cierto?
ResponderEliminarEl mismo anhelo da la esperanza del reencuentro. A veces las palabras se quedan cortas y no logran realmente transmitir algo más profundo, sin embargo logran armarse como el rompecabezas y dan un sentido al caos... eso intento. Gracias por comentar!!
ResponderEliminarEl poema que viene siempre es el mejor!
ResponderEliminarUn rompecabezas que con tanta poesía practicamente esta ya esta armado, felicitaciones.
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