Una luz que cruza rauda el firmamento.
Una gota de agua cuando eres el mar inmenso.
Soy un ave que extiende sus alas
Y vuela con otras aves del club de la Libertad.
Y emigra en un largo viaje de regreso al hogar.
Soy el color de tus ojos,
Para que puedas ver a través de mis sentimientos.
Para que veamos juntos la belleza que nos rodea.
Llámame ingenuo,
Por creer que las aguas realmente se abrieron,
Por creer que existe un Amor puro y sincero.
Llámame soñador,
Por creer que hay un cielo en la tierra que mereces habitar.
Por insistir a que me acompañes a ver las estrellas...
Sigue creyendo que podemos caminar sobre las nubes de algodón,
... Porque yo sigo creyendo que sí.
Vista desde el Acatenango. Fotografía: Juan Antonio Lopez, 2012. |
No cabe duda que el poeta reibe inspiración divina, bellas palabras!
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