Ruinas que son testigo de los años y del tiempo,
Tiempo que se acaba entre tu mundo y el mío.
Bajo el cielo nublado tu mirada fue una señal,
Algo casi sobrenatural.
Un presagio de que un cambio se avecina.
Y me ubico detrás de mi trinchera,
Viendo mi cuerpo luminoso que lentamente se apaga.
Como esperando el final y el inicio de una Era.
Y ese silencio cada vez más profundo,
Me hace perder la memoría de nuestra historia.
Como si nuestro amor fuera de una época precolombina.
Vamos a descubrir un nuevo Continente,
Siempre habrán guerras perdidas y otras batallas por ganar.
Aún así, yo me quiero arriesgar...
Panamá Viejo Fotografía: Manfred Navarro, 2012. |
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